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Cartas entre Moscú y Lisboa

México DF IV: Morir por la ideas, sí... Pero de muerte lenta

Querido A,
 
Le dejo la mirada crónica de los vecinos, inocente y tierna, pero con lo bueno y con lo malo. Y algo más de material pesado para entender lo que pasa y lo que pueda pasar (todo esto está en francés, usted sabe pero perdón a nuestras cuatro lectoras que no, con esfuerzo, se entiende):
 
"El aburrimiento (actual) que provoca la social-democracia viene de que su doctrina no contiene, ni propone, ninguno de los excitantes productos ideológicos que los movimientos totalitarios ofrecían a una juventud hambrienta de sueños." (1982) Leszek Kolakowski
 
Hoy el aburrimiento se convirtió en indignación, en frustación en muchos casos, por ver como la democracia fue vendida al por mayor, sacrificada por la avaricia del "ser político". Tranquilos, si algo enseña la historia es que siempre habrá gente "hambrienta de sueños". Pero mucho ojo, el hambre -como la masa- es ciega, torpe y puede llegar a ser un dictador que masacre la primera de las condiciones del hombre libre, su individualidad, su derecho a decidir ser y estar.
 
Ya se ha conseguido lo primero y más importante: abrir el apetito. Por eso, no sean torpes ni ciegos. Las grandes batallas se ganan en la retaguardia y hoy la retaguardia es Internet.
  
No quieran ser como dice Sartre -que no es para nada santo de mi devoción, dicho sea- "un niño que no quiere crecer" 

O como dice Brassens: Morir por las ideas, de acuerdo... Pero más adelante: primero organicemos un cambio que opaque al del 68 en inteligencia y resultados. Si lo único que se consigue es dejar el plato en bandeja al PP habremos fracasado estrepitosamente.
Si no oyen, si pasan, si hacen ojos ciegos, si nos bloquean, si hacen como saben uso del monopolio de la violencia, si los vampiros nos quieren seguir chupando la sangre, si prentenden continuar con su dictadura de la poca vergüenza, si desde fuera Goliat se ve demasiado grande, habrá que organizar un movimiento que se presente a las elecciones y aspire a darle una pedrada -aunque sólo sea eso: una pedrada en la frente- desde adentro.
Cuento con usted para eso. Sólo si se aspira a cosas grandes se conseguirán cosas medianas o pequeñas.
Siga con salud y fuerza,
JRG

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